
Canción negra sin color
Prólogo de Gloria Nistal
Casa de África, 22
Madrid, 2007
158 págs.
ISBN: 978-84-96464-56-8
César maneja maravillosamente el lenguaje. Todo el libro es prosa poética cuando no es poesía misma. Está lleno de imágenes, comparaciones, metáforas. Pero el libro no se queda ahí, el libro es una agresión, un puñetazo directo al centro de nuestra conciencia para hacerla tambalear. Hiere al escribir porque él está herido, porque tiene tal sensibilidad que todo le afecta. Gracias a dios, está lleno de rabia y de rebelión. Europa le da mucho, muchísimo, pero le quita otro tanto, le hiere más, le recuerda siempre el daño causado a su patria. César ha vuelto a África y ha sufrido vértigos. Para su desgracia y su contradicción, sabe que ser consciente limita la capacidad de ser feliz. Ya no es netamente ni de África ni de Europa, sino más bien, de África y de Europa, al mismo tiempo. Se siente extranjero en todas partes. “Soy africano”, “Estoy anclado en Europa”. Cada hombre es una raza y está solo. Tiene bien asentadas las raíces, eso sí, y por eso le dice a su madre “Tú siempre serás mi crisálida en flor… mi grito es la azagaya templada de fuego que encontré en nuestro cordón umbilical”. [texto: Gloria Nistal]
